domingo, 6 de agosto de 2017

¡ALTO PROFANO

¡ALTO PROFANO!


Alto profano, detén tus pasos. Le dijo amenazante el guardia del templo con espada en mano; de aquí no pasarás, tu pie no pisará suelo sagrado.
Aquí dentro yacen los mas grandes tesoros que todo hombre anhela tener, más con esta espada y mi vida los defenderé pues son mas valiosos que mi vida misma.
Mis hermanos y yo jamás permitiremos injuria ni calumnia, ni mucho menos intrusión enemiga, aquí no podrás saciar tu curiosidad ni comprobar relatos conspiradores.
No comemos niños ni mucho menos atentamos contra la humanidad, sólo nos dedicamos a la edificación de nuestro propio edificio, pero ni mansa ni tardía nos uniremos ante cualquier profanación de nuestro templo. ¿Enemigos? tenemos muchos; se llaman la ignorancia, la injusticia, la opresión, la falsedad, la ambición y muchos más disfrazados de falsos guías que aprovechan las tinieblas de la humanidad para evitar que emane la luz.
Te repito profano: tu curiosidad no es bien vista aquí, vira tu rumbo y aléjate que aún es tiempo.

Pero mi estimado señor; dijo aquel pobre hombre temeroso de lo que le acababan de decir, he venido justamente atraído por la luz, como la abeja a la flor, mis intenciones son puras, claras y de buena fe. Si en verdad son lo que dices; ¿Por que me rechazas?
Es mi deber, contestó el guardia, es mi encomienda; debo ahuyentar toda indiscreción del templo, pero; veo algo de luz en tu mirada, es muy difícil engañarme pero veo que eres sincero en tus palabras, tu facha se ve de un hombre recto, tu traje de un hombre culto y tus manos de un hombre que no teme lastimarlas por el trabajo, así que debo hacerte unas preguntas.
Pero quiero aclarar que en el templo no encontrarás riqueza material, tampoco obtendrás poder ni serás mas que nadie, se te tratará como un igual entre tus semejantes pero deberás obedecer y trabajar en la construcción.
Tu recompensa sólo será el justo salario que hayas trabajado. Una vez que entres, si es que eres admitido, los tesoros serán tuyos y estarán a tu alcance pero de nada valdrán si son robados u entregados a alguien más. Serás señalado y enjuiciado por entregarlos y tu condena será de por vida, no podras ver a la cara a ningún otro miembro nunca jamás. Ahora pregunto… sigue en pie tu deseo de entrar?
Si señor; lo deseo más ahora.
Está bien, deberás probar que eres digno de recibir el reconocimiento, lo tendrás que probar con tu vida; enfrentarás diferentes pruebas y desafíos para convencernos de tu decisión; ¿sigue en pie tu deseo?…
!Más que nunca mi señor!
Pues bien… Entrad a esa cueva, más por negro que se encuentre jamás retrocedas, ahí te encontrarás las pruebas, y con un poco de suerte… contigo mismo, sólo encontrándote te podrás salvar.
Pasaron dos días, y al tercero el vigilante lo vio salir renovado, con un nuevo rostro y una alegría que sólo él por su vivencia la podía explicar, lo tomó firmemente del brazo y lo guió al templo.
Bienvenido mi hermano; le dijo, ahora ya no hay quien te amenace, te será entregada tu espada para que guardes celosamente los secretos, cambiarás la tiza por el buril para escribir; la tiza mancha, el buril grava lo que en tu libro escribas, así quedará marcado para siempre. Pero tendrás que recordar que hay juramentos que debes cumplir; tu palabra eres tu.
Bienvenido querido hermano, ahora pisas suelo sagrado.
Colaboración: R:.H:.ALBERTO GOMEZ AREVALOS                                                                                                  V:.M:. R:.L:.S:. LUZ Y VERDAD N°1                                                                                                      VALL:. DE ASUNCIÓN,PARAGUAY 

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