martes, 22 de noviembre de 2016

Rudyard Kipling - Escritor, famoso y masón

Rudyard Kipling - Escritor, famoso y masón

Joseph Rudyard Kipling nació en Bombay el 30 de diciembre de 1865 y falleció en Londres el 18 de enero de 1936.

Fué un escritor prolífico de novelas y poesía y aunque nació en India, colonia inglesa en aquellas épocas, era de origen británico

Sus obras más conocidas son los libros de la serie  The Jungle Book (El libro de la selva, 1894), la novela de espionaje Kim (1901), el relato corto The Man Who Would Be King (El hombre que pudo ser rey, 1888),, o los poemas Gunga Din e If— (traducido al castellano como Si).

Fue iniciado en la masonería a los veinte años, en la logia «Esperanza y Perseverancia Nº 782» de Lahore, Punjab, India.

En su época fue respetado como poeta y se le ofreció el premio nacional de poesía Poet Laureateship en 1895,  la Orden al Mérito y el título de Sir de la Order of the British Empire por tres ocasiones, honores que rechazó. Sin embargo aceptó el Premio Nobel de Literatura de 1907 siendo el ganador del premio Nobel de Literatura más joven hasta la fecha, y el primer escritor británico en recibir este galardón.


Su vida más en detalle

Rudyard Kipling nace, como ya comentamos en la introducción, el 30 de diciembre de 1865 en la ciudad de Bombay, India, su madre fue Alice Kipling y su padre John Lockwood Kipling. Su madre era una mujer vivaz y Lockwood, su padre, era un oficial del ejército británico además de experto escultor y alfarero.

A la edad de 6 años su padre lo envió a él y a su hermana menor al hogar social conocido como Lorne Lodge en Inglaterra, para que se educaran allí durante los siguientes 6 años.En la primavera de 1877, Alicia Kipling, la madre, volvió de la India y retiró a los niños de Lorne Lodge.

En 1878, ingresa al United Service College, una escuela de Devonshire, creada especialmente con la finalidad de educar a los hijos de aquellos oficiales británico con pocos medios materiales. Durante su tiempo allí, Kipling también conoció a Florencia Garrard, de la cual se enamoró; y en ella se inspiró para el personaje de Maisie en su primera novela, La luz que se apaga (1891)

Escritos masónicos de Kipling
El 18 de enero de 1892, a la edad de 26 años, Rudyard contrajo matrimonio con Carrie Balestier  de 29 años, en la ciudad de Londres. Los recién casados planean su luna de miel, en Estados Unidos  y Japón. Sin embargo, cuando llegan a Yokohama, Japón, descubren que su banco había quebrado. Asumiendo su parte de la pérdida, volvieron a Vermont, EE.UU.; donde alquilaron una pequeña casa de campo cerca de Brattleboro por diez dólares al mes, con Carrie embarazada ya de su primer hijo.

En esta cabaña («la cabaña de la dicha» como la llamada Kipling), nació Josephine, la primera hija de la pareja, el 29 de diciembre de 1892 —el cumpleaños de su madre era el 31, y el de Kipling el 30 del mismo mes—. Fue también en esta casita donde El libro de la selva vio la luz.

En febrero de 1896, nace la segunda hija de la pareja, Elsie. En este tiempo, la relación matrimonial era más alegre y espontánea. Kipling siempre dijo que aquellos años fueron de los más félices de su vida.

En ese mismo año se inició una batalla legal con Beatty Balestier (hermano de Carrie), por la parcela que tenía Kipling y que había omprado a Beatty. Sin embargo este dice que hubo irregularidades en la compra y la disputa termina en los tribunales, que le dan la razón a Kipling. En mayo de 1896, Beatty, embriagado, amenazó físicamente a Kipling en la calle. El incidente condujo a la detención de Beatty, pero la privacidad de Kipling ya había sido destruida por completo, por lo que decidió marcharse de aquel lugar. En julio de 1896 embaló apresuradamente sus pertenencias y abandonó Estados Unidos rumbo a su Inglaterra natal..

Kipling se estableció en la ciudad de Torquay en la costa de Devon. En esta etapa de su vida ya era un hombre famoso, y en los dos o tres años anteriores había estado haciendo cada vez más declaraciones políticas en sus escritos.  Al año siguiente, la familia se trasladó a Rottingdean, Sussex, donde nació su primer hijo varón, John Kipling.

Durante toda su vida, Rudyard Kipling había rechazado todas las condecoraciones que merecidamente había ganado Pero en 1907 aceptó, gustosamente, la máxima recompensa que se le puede entregar a un escritor: el Premio Nobel de Literatura, pese al repudio de algunos liberales ingleses, que tenían puestas sus esperanzas en que el premio recayera en escritores como Thomas Hardy, George Meredith, o Algernon Swinburne. Pese a las discrepancias inglesas, la Academia Sueca nunca dudó que el premio de ese año quedaba en las mejores manos, como queda de manifiesto en el discurso pronunciado por el secretario general de dicha academia:

La Academia Sueca, al otorgar el Premio Nobel de Literatura este año a Rudyard Kipling, desea rendir homenaje a la literatura de Inglaterra, tan rica en glorias poéticas, y al mayor genio en el reino de la narrativa que ese país ha producido en nuestros tiempos.
En los últimos años de su vida, Rudyard y Carrie siguen con su afición de pareja recién casada: los viajes, pues, nuevamente estaban solos, ya que su única hija viva, Su otra hija y su único hijo ya ghaabía fallecido, ella en un viaje que padre e hija hicieran a EEUU donde ella murió de pulmonía y él en la Guerra mundial, a los 18 años de edad, luchando en el frente. Los viajes sirvieron a ambos para olvidarse un poco de sus afecciones de salud.

Finalmente, a consecuencia a una hemorragia interna, Joseph Rudyard Kipling muere, el 18 de enero de 1936, dejando un enorme legado de cinco novelas, más de 250 historias cortas y 800 páginas de versos

Y, como no podía ser menos, no podemos dejar esta entrada sin escribir aquí uno de sus poemas más famosos y representativos para la masonería. ( Mi Logia) que representa a la perfección los ideales de igual y fraternidad masónicos, helo aquí:

Mi Logia madre

"Allí estaban Rudle, el jefe de estación,
Peazley, de la Sección de vías y Trabajos,
Ackman, de Intendencia,
Donkin, funcionario de la Prisión
y Blake, el Sargento Instructor que fue dos veces nuestro Venerable;
y también estaba el viejo Franjee Eduljee, dueño del almacén “Artículos Europeos”.
afuera nos decíamos “Sargento “o “Señor” ; "Salud” o “Shalom”;
adentro, en cambio, ”Hermano” y así estaba bien.
Nos encontrábamos en el Nivel y nos despedíamos en la Escuadra.
Yo era el segundo Diácono.

Estaban, también, Bola Nath,
Saúl el contador,
el judío de Aden,
Din Mohamed de la oficina del Catastro,
el señor Chuckerbutty
Amir Sing el Sikh
y Castro, del taller de reparaciones, que por cierto era católico romano.

Nuestros ornamentos no eran ricos
y nuestro Templo era viejo y desguarnecido,
pero conocíamos los Landmarks y los observábamos escrupulosamente....

A veces, cuando miro atrás, me viene a la cabeza este pensamiento:
“En el fondo no había incrédulos, al margen, quizas, de nosotros mismos.”

Y así cada mes, después de la Tenida, nos reuníamos para fumar.

No nos atrevíamos a hacer banquetes
por miedo a forzar alguna norma de cualquier hermano
y hablábamos a fondo de Religión y de otras cosas;
cada uno se refería al Dios que conocía mejor,
y los hermanos tomaban la palabra uno tras otro y nadie se inquietaba.

Nos separábamos con el alba,
cuando se despertaban las cacatúas
y los malditos mosquitos portadores de fiebre.

Entonces, volvíamos a caballo
Y, después de tantas palabras,
Dios, Mahoma y Shiva jugaban al escondite dentro de nuestras cabezas.

Muy a menudo, desde entonces, mis pasos errantes al servicio del Gobierno
han llevado mi saludo fraternal, desde Oriente a Occidente.

¡Cómo los recordaba! ¡Y cuantas veces he deseado volver a verlos a todos!

A todos los de Logia Madre.

¡Como querría volver a verlos!

A mis hermanos negros o morenos
y sentir el aroma de los cigarrillos indígenas
mientras deambulaba por allí el que encendía la luz
y el viejo de la limonada removía objetos por la cocina.

Y volverme a sentir un Masón perfecto una vez más,
en esta, mi Logia de hoy".

Rudjard Kipling M.·.M.·.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Brindis Solticial

Poema por
Q.H. G.´.V.´. H.´. , M.·. M.·.
Log.´.Man.´.Anci.´. Bogotá - Colombia.



                                                                       

Brindis Solsticial



Hoy quiero brindar por mis hermanos,

los masones de manos enlazadas,

hombres libres, de costumbres rectas,

obreros del compás y de la escuadra.



Esos hermanos que siempre toleraron

mis errores, mis defectos y mis faltas,

y me mostraron el sendero iluminado

de la verdad, la virtud y la templanza.



Que me brindaron apoyo en mi tristeza

y le infundieron fuerza a mi esperanza,

y que en momentos de duda me alentaron

a seguir construyendo mi mañana.



Eslabones del fraterno gremio

de acacias, espigas y granadas,

hermanos de quien vive en infortunio

y de quien busca paz para su alma.



Compañeros solidarios de mis luchas,

defensores sinceros de mi causa.

Hermanos que me dieron su ternura

con una espontaneidad que no se engaña.



Para todos abierta está mi casa,

y mi lumbre encendida que los llama.

Esos hermanos de todos los momentos

son los que llevo prendidos en el alma.



Alzo mi copa también por los caídos,

los que emprendieron su viaje a la montaña

buscando un sitial en el Oriente

por donde sale el sol cada mañana.



Al hacerlo evoco al Arquitecto

a cuya gloria trabajo con mi llana,

puliendo las aristas de la piedra

en la cantera del corazón y de mi alma.



En esta fecha del invernal solsticio

cuando todo es sombras, soledad y calma,

escudriño al interior de mis recuerdos

y encuentro voces, abrazos y miradas.



Veo a mis Hermanos, siempre atentos,

a responderme cuando mi clamor los llama.

Por ellos brindo con fe, con alegría

con un sentimiento que a todos los abraza.



"Salud, Fuerza, Unión", son mis deseos

al apurar este vino en mi garganta,

la misma que ofrecí aquella noche

cuando presté mis juramentos en el Ara.


Orig.´. Int.´.