sábado, 9 de noviembre de 2013

Mensaje del H:. Víctor Polay Risco PERU

“Si somos abogados, médicos, ingenieros, pedagogos o militares, si de veras amamos a la patria, tenemos que ser no sólo capaces dentro de nuestra profesión, conocimientos relacionados con nuestro diario quehacer, sino aún más, ejemplarizar, para así servir de norte, norma a los que habrán de llegar después. Porque si se es abogado para entorpecer la armonía social; médico con el único fin de amasar ingente suma de dinero; ingeniero que nada le importa las miserables covachas en que pernoctan millones de seres humanos; pedagogos que por sólo la paga se dedican a enseñar, incapaces del sacrificio para luchar contra la ignorancia, gratuitamente; militar que por ascender puede hollar las leyes. Razones de los subhombres, son aquestos deseos de los que denigran a la especie humana. Empero, si el abogado es digno como juez, fiscal o defensor, y une a los hombres en vez de hacerlos enemigos a ultranza, estará cumpliendo con las buenas nuevas del Gran Rabí de Galilea: si el médico con hermosa actitud, como la de Alcides Carrión, sabe cumplir con su juramento y acude presuroso no importa en qué humilde choza se halle el paciente, haciendo caso omiso de la paga, para salvar al enfermo, realizará la función que le corresponde a su noble profesión; si el ingeniero actúa en bien de los desheredados de la fortuna, sin entrar en oscuras “combinaciones”, estará llenando la misión que es urgente en estos momentos en que se debate la humanidad, por mejores días en que “el hombre no sea lobo del hombre”; si el pedagogo es émulo de nuestro hermano Sarmiento, el de la lapidaria frase: “Bárbaros, las ideas no se degüellan”, y toman el arte de enseñar no sólo con el fin de que los niños
y jóvenes aprendan a leer, escribir y contar, sino a lo más vital: que sepan cuáles son sus derechos y cuáles sus deberes frente a los demás seres humanos y aun de los seres irracionales, triturando el egoísmo, la vanidad y la envidia, entonces si merecen el calificativo de Maestro, porque la pedagogía es conducir para hacer Hombres, así como lo explicaba nuestro hermano Juan Jacobo Rousseau; y si el militar es como nuestros hermanos Francisco Bolognesi y Miguel Grau, que rindieron sus vidas en aras de nuestra integridad territorial y fueron defensores de nuestras Leyes, entonces merece el pase a la posteridad como verdadero patriota y no como un ente, instrumento de pasiones inferiores. He aquí la forma más fecunda de amar a la patria.”
POLAY RISCO, Víctor. “Nuestro Amor a la patria”, El masón, Año III, No. 20, Lima, Perú, 1973, p. 23.